Humildad para un éxito empresarial sostenible

En mi mudo ejecutivo, trabajando como coach para el éxito empresarial con directivos y empresarios de Mallorca, he tenido la suerte de encontrarme con grandes personas; personas grandes de verdad.

No porque sean CEO de grandes corporaciones reconocidas internacionalmente o figuren en los primeros puestos del ranking de millonarios del mundo. Lo que destaco, como coach para empresas en Mallorca, de estas personas son cualidades y comportamientos que los hacen brillar, aun en el mundo de los negocios donde el contexto es competitivo y retador.

¿Qué define el éxito empresarial?

¿Te ha pasado alguna vez encontrarte con personas que, al dirigirse a ti, sólo les interesa hablar de ellas mismas?

De lo buenas que son, de todo lo que han conseguido, de cómo se siente estar en la cima… Como si fueran personas de otros planetas, alabando su propia grandeza, y la conversación termina siendo un monólogo. Pues yo sí, con muchos de estos personajes cuyos nombres ni recuerdo.

Por suerte, también me he encontrado con otras personas que no necesariamente hablan de ellas mismas, sino que demuestran un interés genuino por conocerte.

A veces, pasan desapercibidos en las reuniones, pero siempre están atentos para acercarse y echar una mano.

En este post te cuento:

Cuáles son las trampas en las que muchos empresarios o profesionales suelen caer, casi sin darse cuenta, van acercándose más al egocentrismo que a la humildad,

Por qué considero que la humildad te hace grande, ya que es la clave para brillar y que tu éxito sea sostenible y significativo y
Cómo cultivar la humildad en el contexto empresarial.

¿Cuáles son esas trampas?

Las trampas del ego, como el canto de las sirenas, pueden resultar tentadoras y atractivas en un principio, pero es crucial resistirse a su llamado para evitar caer en peligro.

Al reconocer la seducción del ego y mantener la humildad, podemos sortear los riesgos y navegar hacia un éxito más seguro y sostenible en el mundo empresarial.

Aquí te cuento algunas señales:

No escuchar a los demás: creer que nuestras ideas son siempre las mejores nos aleja de la opinión de otras personas y de la oportunidad de incorporar otras perspectivas.
Atribuirnos todo el éxito: creer que el resultado en los negocios es sólo mérito de nuestra dedicación y habilidades sin reconocer la contribución de otros o a la buena suerte.
Considerar que ya lo sabemos todo: rechazar la retroalimentación constructiva, pensando que no hay nada que aprender de los demás.
Echar balones fuera: atribuir el fracaso a factores externos sin asumir parte de nuestra responsabilidad personal.
Necesidad de validación constante: buscar constantemente la validación de los demás basando nuestro sentido de valía únicamente en el reconocimiento externo.
No admitir nuestros errores: no reconocer que, como humanos, cometemos errores, tenemos debilidades o tomamos malas decisiones. Nos mostramos perfectos y sabemos que la perfección no existe.

¿Cuáles son los hábitos de los verdaderos líderes?

Contrario a la percepción común, la grandeza en los negocios no siempre se revela en ostentación y autosuficiencia, sino en la humildad auténtica que trasciende el ego personal.

En mi trabajo diario con líderes empresariales, es la humildad el denominador común que se convierte en el motor que los impulsa hacia logros significativos y sostenibles.

Desde la valoración del equipo hasta la asunción responsable de los errores, estos líderes modelan un enfoque humilde que redefine el significado del éxito empresarial.

Éstos son los hábitos observados que van más allá de la modestia superficial, creando un entorno empresarial colaborativo y de respeto mutuo:

Reconocen y agradecen: no dudan en compartir el mérito del éxito y agradecen el esfuerzo colectivo.
Asumen responsabilidad personal: en vez de buscar culpables, ven los fracasos como oportunidad para aprender y mejorar.
Mantienen un perfil bajo: no buscan constantemente la atención ni se centran en la autopromoción. Dejan que los resultados hablen por sí solos.
Promueven el desarrollo del equipo: invierten en el crecimiento profesional y personal de su equipo. Reconocen que un equipo bien capacitado y motivado es esencial para el éxito a largo plazo.

¿Cómo cultivar un enfoque más humilde y efectivo?

Aquí te comparto algunas sugerencias para que puedas practicar la humildad y lograr una base sólida para el crecimiento sostenido de tu negocio o empresa:

Practica la gratitud: expresa regularmente tu agradecimiento a aquellos que contribuyen al éxito de tu equipo o proyecto. Reconocer públicamente el esfuerzo de los demás crea un ambiente positivo.
Escucha activa y abierta: cultiva la escucha activa, sin interrupciones y con mente abierta. Valora las opiniones diversas y busca entender diferentes perspectivas antes de tomar decisiones.
Cultiva la empatía y compasión: desarrolla relaciones auténticas con tus compañeros. Muestra interés en sus vidas y demuestra empatía tanto en situaciones personales como profesionales.
Aprende de tus errores: ve los errores como oportunidades de mejora y crecimiento. Analiza las lecciones aprendidas y utiliza esas experiencias para mejorar tu enfoque y toma de decisiones. Asumir la responsabilidad de las decisiones implica asumir los errores con humildad.
Inspírate en otros modelos a seguir: busca líderes empresariales que encarnen la humildad. Observa sus comportamientos y adapta sus mejores prácticas a tu propio estilo de liderazgo. Estos modelos no siempre están en la cima de la jerarquía corporativa. A menudo se encuentran en el día a día entre colegas y líderes de equipos. Observa a aquellos que encarnan los valores que deseas incorporar. Encuentra inspiración en personas que, a través de sus acciones cotidianas, cultivan una cultura de humildad y éxito en el entorno profesional.

Si quieres mejorar tus habilidades directivas y cultivar la humildad para lograr el éxito empresarial sostenible, 👉🏻 coge cita en el enlace y comencemos juntos a construir relaciones positivas dentro de tu equipo.

Espero verte pronto 🤗